Después de “esta jornada de
lucha” que emprendieron algunos líderes con plataforma en las redes sociales,
donde se pedía el boicot nacional en contra del gasolinazo; se pudo observar
que los grupos participantes buscan un ideal acorde al
pensamiento propio. Se trasluce en sus acciones, que cada uno se monta en su
ideal sin dar oportunidad al pensamiento contrario; no hay madurez ni voluntad para que el pueblo de México se una
en contra del enemigo común, casi podría asegurar que aunque se digan
luchadores sociales a favor del pueblo, ninguno piensa en el pueblo como tal,
no es fácil ser pueblo ni tampoco es
fácil ponerse en los zapatos del pueblo como acertadamente lo dijo el
distinguido profesor Lucio Cabañas Barrientos.
Entre los dimes y diretes,
mentadas y descalificaciones, las agresiones entre unos y otros es palpable;
ésta es contagiada a los seguidores que al socializarse crea un abismo de ideas
que rompe con el esquema de unidad que debe existir. Esto nos lleva a asegurar
categóricamente que las redes sociales que supuestamente nos introducen a una
sociedad del conocimiento, sirven exclusivamente para calmar a un porcentaje de
personas inconformes, (las que tienen internet) que sin necesidad de salir de
su zona de confort expresen su odio hacia el mal gobierno. Las redes sociales no
son más que un método catártico donde se puede despotricar en contra de los
tiranos. Al hacerlo, cada cibernauta minimiza el odio de clase que hay en su existencia.
En realidad, las redes sociales hacen de las luchas sociales una “llamarada de
petate” que arde un momento y en pocos minutos se vuelven cenizas. Es una nueva
práctica de la oligarquía en el poder que al igual que las telenovelas y el
futbol cumplen con la función de dilatar o distender un problema social.
Los circos que cada servidor
público realiza para distraer al pueblo es una comparsa diseñada para eso, como
lo explica claramente el humanista Erich From en sus libros; es obvio que si el
pueblo quiere circo, le dan circo, si quiere pan, le dan telenovelas o futbol y
los protagonistas se lucen desgarrándose sus vestiduras para hacer creer que
luchan con el pueblo y para el pueblo.
Desafortunadamente entre los
políticos existe tanta corrupción que ninguno tiene autoridad moral para
autonombrarse el adalid de su pueblo. Estoy convencido que todos los políticos
solo medran en los partidos por el dinero que obtienen de ellos. Y cuando
llegan al poder solo es para servirse del erario público haciéndose millonarios
de la noche a la mañana sin importar defraudar a sus seguidores que
ingenuamente les otorgan el voto.
Los únicos congruentes con
su lucha son los maestros; el ideal del pensamiento clasista se ha sostenido en
estos treinta y siete años que a pesar de remar contra corriente, se han
sostenido enlazados fraternalmente entre varios estados. Es así como ponen el
ejemplo de unidad, es así que demuestran al pueblo como se debe luchar. Aunque
existan diferencia, los maestros tienen la madurez para librar los obstáculos
en la lucha, los maestros han dado cátedra de conciencia de clase y es así como
debemos comportarnos. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha
demostrado que unidos podemos brindar ¡Todo el poder al pueblo!, sin
protagonismos y con organización de la clase trabajadora: maestros, obreros y campesinos
quienes deseamos hacer realidad los sueños de libertad.