EL CAMINAR RUMBO A LA NUEVA PATRIA.
Creo que después de la fiesta nacional que embriagó a millones de compatriotas; es necesario retomar el rumbo y empezar la reconstrucción de un país lacerado que nos han dejado las ambiciones de malos mexicanos. Es necesario reconocer que aquellos quienes dejan el poder, en su ambición desmedida nos entregan una nación ultrajada que por desgracia toca al pueblo reconstruir.
Por principio de cuentas es necesario erradicar de nuestras vidas la palabra “corrupción” que tanto daño le hace a la sociedad. También es momento de reconocer que esta corrupción vulnera a las clases más necesitadas. Por eso yo invito a que todos pongamos un granito de arena en esta reconstrucción. Que cada ciudadano vigile y transforme el metro cuadrado de espacio que les corresponde. Tratemos de no caer en las garras de la corrupción y la impunidad para que así con garantía podamos denunciar esos actos que denigran al ser humano.
Ahora que tenemos le certeza que las políticas del cambio se darán en un combate frontal. No dudemos en sacar a la luz toda la corrupción y podredumbre que observemos en las instituciones y en el lugar donde vivimos.
Es tiempo creo yo de regenerar el tejido social para gritar ante el mundo: ¡LO HICIMOS!
Hermanados como uno solo, busquemos la mejor opción para ser felices y vivir en paz. Tratar de ser mejores ciudadanos y no desperdiciar esta oportunidad que hemos iniciado. Es tiempo de trabajo, es tiempo de reconstrucción; es tiempo para crecer en economía, en educación y en medicina. No debemos bajar la guardia. Es tiempo de seguir haciendo historia.
Es tiempo de que los maestros, así como la jornada pasada, dieron ejemplo de unidad. Ahora demos ejemplo de trabajo. Es necesario crear conciencia en nuestros alumnos, que son el futuro de México. Pero no un México que ostente el primer lugar en corrupción; sino un pueblo vigoroso, luchador y con deseos de superación.
Es tiempo que como sociedad busquemos a los próximos líderes que darán continuidad a la política de transparencia y sin ambiciones de enriquecimiento. Es tiempo que cada maestro retome el trabajo cívico de aquél mentor que influyó en el pensar del nuevo presidente. Solo así nuestra Patria seguirá en el camino de la prosperidad.
Yo los invito a cambiar nuestro sendero y erradiquemos a la corrupción como un modo de vida. Que los escrúpulos se antepongan en nuestras decisiones. Que la política de la mordida sea castigada por ley. Pues eso ha sido una lacra muy pesada para el pueblo.
Pueblo, maestros, profesionales, obreros, comerciantes, gobernantes. Todos trabajemos en una sociedad productiva de la cual no sintamos vergüenza. Basemos nuestras vidas en tres principios básicos: (RHR) RESPONSABILIDAD, HONESTIDAD Y RESPETO. Eso dará lugar al cumplimiento del principio juarista. “ENTRE LOS INDIVIDUOS COMO ENTRE LAS NACIONES EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”
“Que en México siga la embriaguez de la esperanza y que ella sea la que cambie nuestra realidad nacional”.
Creo que después de la fiesta nacional que embriagó a millones de compatriotas; es necesario retomar el rumbo y empezar la reconstrucción de un país lacerado que nos han dejado las ambiciones de malos mexicanos. Es necesario reconocer que aquellos quienes dejan el poder, en su ambición desmedida nos entregan una nación ultrajada que por desgracia toca al pueblo reconstruir.
Por principio de cuentas es necesario erradicar de nuestras vidas la palabra “corrupción” que tanto daño le hace a la sociedad. También es momento de reconocer que esta corrupción vulnera a las clases más necesitadas. Por eso yo invito a que todos pongamos un granito de arena en esta reconstrucción. Que cada ciudadano vigile y transforme el metro cuadrado de espacio que les corresponde. Tratemos de no caer en las garras de la corrupción y la impunidad para que así con garantía podamos denunciar esos actos que denigran al ser humano.
Ahora que tenemos le certeza que las políticas del cambio se darán en un combate frontal. No dudemos en sacar a la luz toda la corrupción y podredumbre que observemos en las instituciones y en el lugar donde vivimos.
Es tiempo creo yo de regenerar el tejido social para gritar ante el mundo: ¡LO HICIMOS!
Hermanados como uno solo, busquemos la mejor opción para ser felices y vivir en paz. Tratar de ser mejores ciudadanos y no desperdiciar esta oportunidad que hemos iniciado. Es tiempo de trabajo, es tiempo de reconstrucción; es tiempo para crecer en economía, en educación y en medicina. No debemos bajar la guardia. Es tiempo de seguir haciendo historia.
Es tiempo de que los maestros, así como la jornada pasada, dieron ejemplo de unidad. Ahora demos ejemplo de trabajo. Es necesario crear conciencia en nuestros alumnos, que son el futuro de México. Pero no un México que ostente el primer lugar en corrupción; sino un pueblo vigoroso, luchador y con deseos de superación.
Es tiempo que como sociedad busquemos a los próximos líderes que darán continuidad a la política de transparencia y sin ambiciones de enriquecimiento. Es tiempo que cada maestro retome el trabajo cívico de aquél mentor que influyó en el pensar del nuevo presidente. Solo así nuestra Patria seguirá en el camino de la prosperidad.
Yo los invito a cambiar nuestro sendero y erradiquemos a la corrupción como un modo de vida. Que los escrúpulos se antepongan en nuestras decisiones. Que la política de la mordida sea castigada por ley. Pues eso ha sido una lacra muy pesada para el pueblo.
Pueblo, maestros, profesionales, obreros, comerciantes, gobernantes. Todos trabajemos en una sociedad productiva de la cual no sintamos vergüenza. Basemos nuestras vidas en tres principios básicos: (RHR) RESPONSABILIDAD, HONESTIDAD Y RESPETO. Eso dará lugar al cumplimiento del principio juarista. “ENTRE LOS INDIVIDUOS COMO ENTRE LAS NACIONES EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”
“Que en México siga la embriaguez de la esperanza y que ella sea la que cambie nuestra realidad nacional”.
Edmundo Rivera Escamilla.
2/07/2018
2/07/2018
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