miércoles, 5 de septiembre de 2012

REFORMA LABORAL


REFORMA LABORAL

El Congreso de la Unión se apresta a legalizar la Reforma laboral que es un atentado en contra de los trabajadores; Todos sin excepción nos encoleriza saber que pronto regirá una nueva Ley del trabajo y que las conquistas sindicales se esfuman con esta iniciativa.  Pero, ¿Cómo contrarrestar esta imposición? Desgraciadamente los  diputados y senadores siguen  los acuerdos pactados con los sindicatos y los patrones que hoy en día son la misma cosa.
¿Para qué se crearon los sindicatos? Estos  nacieron para proteger los intereses del trabajador,  o sea que los sindicatos originalmente fueron defensores de la clase obrera  pero  sucumbieron ante la  concertación y el corporativismo volviéndose esclavos del partido en el poder. Así mismo el tribunal de conciliación y arbitraje se fundó con el compromiso de impartir justicia en materia laboral, desafortunadamente la corrupción alcanzó a ambas instituciones  y no cumplen con su misión inicial.
El corporativismo  es una de las formas que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha usado para controlar el panorama político dando canonjías a los dirigentes sindicales para  lograrlo, así, en tiempos electorales todos los sindicatos solo atienden la línea del partido, coaccionando a los trabajadores  y vendiendo  los votos de sus agremiados. Hoy en día ante el desempleo y la crisis social que se vive, la clase patronal ha hecho suyo el control y ha dictado sus condiciones en la práctica, pues lo que se legalizará en breve es una actividad  cotidiana de todas las empresas. Como es de esperarse, los representantes de elección popular en nombre de sus representados votarán a favor de esta reforma laboral, porque ellos no sufren los embates de la carestía inmisericorde que soporta  el pueblo trabajador.  
¿Se puede confiar en los representantes del pueblo? ¡Definitivamente no!  Todos se corrompen ante el poder económico y  terminan traicionando; o quizá desde que son candidatos planean su beneficio personal  engañando con sus discursos demagógicos, aún sabiendo que sus actitudes son sin ética.  ¿Qué se espera de esta clase política? Como trabajador puedo decir que lo único que podría frenar la reforma es, la movilización de los asalariados,  las bases trabajadores se tienen que sacudir el yugo que les impone el sindicalismo corporativo. Debemos obligar a los representantes que hagan lo que las bases decidan y no lo que la cúpula determine. Se deben instaurar las asambleas populares para enfrentar los designios del estado. Hacer de nuestro sindicato un sindicato clasista.
Después de lo acontecido y con la imposición de Enrique Peña Nieto debemos tener el valor de volvernos irreverentes ante las instituciones. Si ellos no respetaron el proceso electoral. ¿Cómo quieren que los respetemos? La anarquía debe imperar en México. ¡Todo el poder al pueblo!

5 de septiembre de 2012

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