REFORMA LABORAL
El Congreso de la Unión se apresta a legalizar la Reforma
laboral que es un atentado en contra de los trabajadores; Todos sin excepción
nos encoleriza saber que pronto regirá una nueva Ley del trabajo y que las
conquistas sindicales se esfuman con esta iniciativa. Pero, ¿Cómo contrarrestar esta imposición?
Desgraciadamente los diputados y
senadores siguen los acuerdos pactados
con los sindicatos y los patrones que hoy en día son la misma cosa.
¿Para qué se crearon los sindicatos? Estos nacieron para proteger los intereses del
trabajador, o sea que los sindicatos
originalmente fueron defensores de la clase obrera pero
sucumbieron ante la concertación
y el corporativismo volviéndose esclavos del partido en el poder. Así mismo el
tribunal de conciliación y arbitraje se fundó con el compromiso de impartir justicia
en materia laboral, desafortunadamente la corrupción alcanzó a ambas instituciones y no cumplen con su misión inicial.
El corporativismo es
una de las formas que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha usado
para controlar el panorama político dando canonjías a los dirigentes sindicales
para lograrlo, así, en tiempos
electorales todos los sindicatos solo atienden la línea del partido, coaccionando
a los trabajadores y vendiendo los votos de sus agremiados. Hoy en día ante
el desempleo y la crisis social que se vive, la clase patronal ha hecho suyo el
control y ha dictado sus condiciones en la práctica, pues lo que se legalizará
en breve es una actividad cotidiana de
todas las empresas. Como es de esperarse, los representantes de elección
popular en nombre de sus representados votarán a favor de esta reforma laboral,
porque ellos no sufren los embates de la carestía inmisericorde que soporta el pueblo trabajador.
¿Se puede confiar en los representantes del pueblo? ¡Definitivamente
no! Todos se corrompen ante el poder
económico y terminan traicionando; o
quizá desde que son candidatos planean su beneficio personal engañando con sus discursos demagógicos, aún
sabiendo que sus actitudes son sin ética. ¿Qué se espera de esta clase política? Como
trabajador puedo decir que lo único que podría frenar la reforma es, la movilización
de los asalariados, las bases
trabajadores se tienen que sacudir el yugo que les impone el sindicalismo
corporativo. Debemos obligar a los representantes que hagan lo que las bases
decidan y no lo que la cúpula determine. Se deben instaurar las asambleas
populares para enfrentar los designios del estado. Hacer de nuestro sindicato
un sindicato clasista.
Después de lo acontecido y con la imposición de Enrique Peña
Nieto debemos tener el valor de volvernos irreverentes ante las instituciones.
Si ellos no respetaron el proceso electoral. ¿Cómo quieren que los respetemos?
La anarquía debe imperar en México. ¡Todo el poder al pueblo!
5 de septiembre de 2012
Excelente!!!!
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